No te olvides de mí

Ariadna se cortó la larga trenza que señalaba su rango en la tribu de las amazonas y la lanzó al fuego como símbolo del amor que estaba dispuesta a arrancarse del pecho. Le costara lo que le costara, iba a olvidar al único hombre que había conseguido atravesar los muros de su corazón y la había llevado al jardín celeste sin siquiera moverse del suelo, a pesar de que nunca lo había creído posible. Sin embargo, su vocecilla interior se revelaba, susurrando cosas muy distintas, haciendo que la ira se reverberara en sus adentros.
Cómo quema la luz de la luna
cuando no estás junto a mí,
cómo pesa la noche en mi alma
cuando me acuerdo de ti.

Cómo duele la sangre en mis venas
cuando siento el calor que te di,
el sabor de las últimas penas
que lloró mi alma por ti.

Cómo mata por dentro el dolor,
la lluvia, la brisa y el sol,
cómo sabe de amargo y cruel
el ingrato sabor del amor.

Cómo amargan mi boca los besos
que nunca tendré de tus labios,
cómo escuecen los dulces recuerdos
cuando se han tiznado de agravios.

No te olvides de mí. Ver más poemas

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