Ya no te espero
Negra es la pérfida pena
que me devora por dentro,
recorriéndome las venas
como alquitrán hirviendo.
La rabia que la acompaña
es del color del infierno
e incinera con vil saña
cualquier otro sentimiento.
Ven a mí, lluvia sagrada,
y llévate este deseo;
lléname, fresca, helada,
y anestesia el desconsuelo.
Negra es la pérfida pena
que me corroe en silencio;
sin que nadie se dé cuenta
va matándome por dentro.
Me disfrazo con sonrisas
echándole un pulso al tiempo,
a ver si con tantas prisas
se esfuma el remordimiento.
Te espero desde siempre;
ya me voy haciendo viejo.
Dicen que vendrás a verme
pero me caigo de sueño.
Etiquetas: poesías
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