Canción de la Torre Inacabada
en bastas llanuras sembradas de manzanos,
libraron los druidas una terrible batalla,
invocando a los vientos para dominarla.
Desapareció el mal, y con él todo lo demás,
pues la ira de los vientos no cede con facilidad,
y donde antaño hubiere tranquilos manzanos
sólo quedaron fuertes vientos huracanados.
Así nacieron las Colinas de los Vientos,
y el dios del aire, sintiéndose contento,
las coronó con un arco de colores vivos
que sale cada día para mostrar su regocijo.
Y llegó el día en que un rey terco y ambicioso,
que quiso en el arco de colores instalar su trono,
mandó construir una torre en el centro de las colinas,
único punto donde los vientos no desataban su ira.
Dicen que el rey tenía el favor de la roca
y por eso su torre fue más alta que ninguna otra,
pero un día, de tanta ambición, perdió su favor,
y el rey tuvo que abandonar la construcción.
Así nació la misteriosa Torre Inacabada,
en la que nadie trabaja, que fue abandonada,
pero que con los años más alta se eleva,
quizá porque quiera tocar las estrellas.
Y llegó el día en que un monstruo espantoso
pasaba cerca de la torre buscando reposo,
y al ver que la atalaya estaba abandonada
decidió quedarse allí, haciendo de ella su morada.
Así nacieron las historias que se cuentan,
las que a la luz del fuego se convierten en leyendas,
de las que no sabemos cuáles son sus verdades,
pero que nos apartan de peligrosos lugares.
Y llegó el día en que una exótica princesa
que nada sabía de la torre o su leyenda,
pues de tierras muy lejanas provenía,
pasó cerca de la torre con su compañía.
El monstruo, que hambriento acabó con todos,
no pudo comerse a la princesa de ningún modo,
porque era tan bella y virtuosa como un amanecer
y hasta su horripilante corazón supo conmover.
Dicen que la princesa sigue en la atalaya
esperando al valiente que acuda a salvarla,
aquél que la libere podrá pedir su mano
y ser el gran monarca de su reino lejano.
Etiquetas: Colinas de los Vientos, leyendas, leyendas en verso, Nael Piesplanos, poesías, Torre Inacabada